domingo, 3 de julio de 2011

CONCLUSIONES FINALES

Es la historia del periodismo mundial, un cuadro en el cual podemos observar diferentes matices, pero todos coinciden con la gran y única búsqueda:  el derecho natural a la libertad de expresión.
Esta historia nos habla del sometimiento que vivieron los pueblos a lo largo y ancho del planeta, bajo regímenes y prohibiciones que venían siempre de los poderes políticos, económicos y religiosos.
La conciencia social  del ciudadano, es en esta instancia la  principal meta a formalizar.  Un pueblo sin conciencia social, -la misma que sólo se obtiene a partir del  buen ejercicio de la libertad de expresión e información-, es un pueblo sin alma.
Es así, que a través  del tiempo hemos visto como se han utilizado a los medios de comunicación como instrumentos de represión y de fines propagandísticos , que no hicieron otra cosa que deformar el concepto de libertad de expresión e información y someter al pueblo a la ignorancia.
Sin embargo, esto no frenó al destino final, que fue la instauración mundial de la libertad de expresión, un proceso largo, con muchas viscicitudes y transformaciones como hemos visto a lo largo del blog.
La evolución de los medios de comunicación, está ligada en todo momento a los modelos filosóficos que iban surgiendo, a los ideales humanísticos, a la búsqueda del engrandecimiento de la cultura, la economía, la geografía y la educación. Esto nos habla del gran aporte del pensamiento humano para la constitución de una sociedad de expresión e información abierta y libre, como la que tenemos por derecho y después de tantos años de lucha, hoy en día.
En nuestros días es menester tener los ojos abiertos, puesto que aunque se hayan roto las barreras que antaño frenaban la evolución de la libertad de expresión, han surgido otras formas de represión, camufladas en la globalización, la sociedad de bienestar y consumo, y los intereses económicos y políticos de las grandes potencias, que no buscan  otra cosa que adormecer a las masas y mantener al mundo con información organizada y manipulada por las altas esferas de poder, de formas aveces sutiles y aveces totalmente descaradas.
Por todo esto, es importante no repetir los momentos negros de la historia, los periodistas de hoy en día tienen que ser imparciales, porque vivimos en una sociedad libre , con leyes que protegen al individuo en su derecho a la expresión. Además, el público debe ser cuestionador, incrédulo, hábil para detectar cualquier tipo de manipulación. Cientos de años de historia tienen que servir como ejemplo tangible para que el concepto de libertad de expresión e información se convierta en una praxis constatable, verídica y global.